El recorrido comienza con una visita a Friðheimar, donde los visitantes aprenden cómo los islandeses cultivan deliciosos tomates con la ayuda del calor geotérmico, que Islandia tiene en abundancia. La granja alberga invernaderos de tomates, una explotación de cría de caballos y una cafetería. Los tomates no están más frescos en Islandia, y el menú lo aprovecha con platos como sopa de tomate y creativos Bloody Marys. Es encantador pasear por los jardines de los invernaderos y probar un Bloody Mary.
Después de Friðheimar, el recorrido se dirige a la zona geotérmica de Geysir, donde el géiser Strokkur lanza una columna de agua y vapor hasta 30 metros en el aire cada pocos minutos, en una emocionante muestra del poder de la naturaleza. El recorrido continúa hasta la cascada dorada de Gullfoss, creada por el río Hvítá, que cae y se hunde a 32 metros de profundidad. La cascada es perfecta para una postal y es uno de los sitios más clásicos del sur de Islandia.
El recorrido se completa con una visita a la maravilla histórica y geológica del Parque Nacional de Thingvellir, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Thingvellir no solo es el lugar donde nació la democracia en Islandia, ya que es la sede del primer parlamento del país, sino que también es una zona en la que las placas tectónicas de América y Eurasia se están separando a un
ritmo de unos pocos centímetros por año.Recuerda vestirte según el clima. Se recomienda ropa abrigada, una chaqueta impermeable y zapatos resistentes.
Recomendamos llevar capas térmicas, un gorro de invierno, una bufanda, guantes y calcetines calientes para los días más fríos. La
belleza invernal de Islandia viene acompañada de senderos helados. ¡Ten cuidado! Recomendamos usar crampones, disponibles por ejemplo en la estación de autobuses de BSÍ, para caminar con seguridad. ¡Disfruta de